La destructiva política lingüística del españolismo extremista de derechas (apuntes sobre los acuerdos PP-Vox)

Como era de prever, el extremismo españolista de derechas ha emprendido una ofensiva contra las Lenguas Españolas No Castellanas (LENC) y los derechos de sus hablantes. El ideario de Vox es de un radicalismo extremista muy explícito, y el PP ―que siempre cultivó recelos y antipatías de diverso calibre contra el multilingüismo de España― se adhiere con entusiasmo a esta persecución lingüística que se activa ahora en los acuerdos a los que está llegando con el conocido partido macarra.

Los objetivos del extremismo españolista en materia lingüística

Objetivo a largo plazo: castellanización total de España

En materia lingüística, el objetivo a largo plazo del extremismo españolista es la castellanización total del territorio de España, hasta que todas las lenguas españolas no castellanas sean borradas del mapa. Ese es el sueño húmedo de todo nacionalismo español extremista, que suscribe aquel lema de «una nación, una lengua», y por tanto percibe las LENC como un estorbo, como un coñazo del que hay que ir deshaciéndose.

Objetivo a corto plazo: delimitar guetos lingüísticos

Como es imposible conseguir que las lenguas españolas no castellanas se dejen de hablar de un día para otro, el extremismo españolista se propone, allí donde toca poder, evitar por todos los medios que esas lenguas, y los derechos de sus hablantes, levanten cabeza, avancen o se equiparen a la que consideran única lengua nacional, que es el castellano. Para ello, acotan los ámbitos de uso de las LENC, reduciendo su presencia institucional y social todo cuanto pueden, delimitando sus posibilidades de uso en reductos muy restringidos y controlables. De esta manera, las LENC quedan confinadas en una especie de reservas o guetos lingüísticos.

A la izquierda, mapa lingüístico de la España real. A la derecha, mapa lingüístico con el que sueña el nacionalismo español extremista.

Los principios conceptuales del extremismo españolista

El extremismo nacionalista español se basa, en lo lingüístico, en dos principios conceptuales: el principio de la lengua superior y el principio del castellano como lengua nacional.

Principio 1. Hay una lengua «superior» y el resto son «inferiores»

Presidiendo todo el armazón ideológico del extremismo españolista, está una cuestión conceptual: existen lenguas «superiores» (o «arias», podríamos decir) y existen lenguas «inferiores» (algo así como «judías» o «negras»). Querido lector, usted ya lo ha adivinado: en el ámbito de España el castellano sería la lengua «superior» o «aria», y el resto de LENC serían «inferiores» y, por tanto, candidatas a poblar algún gueto lingüístico. Por supuesto, el extremismo españolista considera que esta jerarquización de lenguas es algo natural, no impuesto por ningún poder político: es algo que vendría en la propia naturaleza de las lenguas. Y, evidentemente, si hay lenguas «superiores» e «inferiores» es que hay derechos lingüísticos de categoría alta (los de los ciudadanos castellanohablantes) y de categoría baja (los de los ciudadanos que usan las LENC). No hace falta decir que conceptos tales como «derechos superiores» y «derechos inferiores» son una aberración jurídica como la copa de un pino.

Principio 2. La nación española se basa en el castellano

El extremismo españolista considera que, en materia lingüística, la nación española solo tiene una pata, y esa es el castellano. El resto de lenguas españolas no serían lenguas nacionales, sino realidades de inferior categoría, quizá «subespañolas» o «poco españolas». En definitiva, no forman parte de la españolidad, o son de dudosa españolidad.

Las tácticas del extremismo españolista

A partir de aquí, el extremismo españolista diseña una serie de tácticas por las que se busca la supremacía indiscutible del castellano y sus posibilidades de uso sin límites, al mismo tiempo que la supeditación de las LENC, de manera que estas vean constreñidas sus posibilidades de uso.

En lo que sigue, vamos a repasar algunas de esas tácticas expresadas en los siguientes documentos programáticos:

–Acuerdos que el PP y Vox han firmado en los gobiernos autonómicos de Valencia, Baleares y Aragón (2023).

–Programa de Vox para las elecciones autonómicas de Asturias (2023).

–Acuerdo que han firmado Foro Asturias y Vox en el ayuntamiento de la ciudad de Xixón.

Negociaciones del PP y Vox para el gobierno de Valencia.

Táctica 1.ª. Solo importa el castellano; la suerte de las LENC no es materia de interés

El victimismo impostado que toma como centro el castellano, se acompaña de una despreocupación total por la suerte de las lenguas españolas no castellanas. El extremismo españolista es absolutamente insensible a las dificultades que viven las LENC y los derechos lingüísticos de sus hablantes, o a su retroceso: su único interés está puesto monotemáticamente en el castellano. Si una persona o un colectivo encuentra trabas para usar su LENC, el extremismo españolista va a ignorar este hecho por completo, y si lo conoce, no va a hacer nada por arreglar la situación. Su universo de preocupaciones lingüísticas se reduce únicamente al castellano.

Táctica 2.ª. Solo el castellano debe ser promovido

Allí donde cualquier lengua goza del reconocimiento pleno de las autoridades, estas favorecen y promueven dicha lengua. La promoción del castellano por parte de los poderes del Estado es más que evidente: única oficial en todo el territorio estatal, presencia masiva en la enseñanza, en los medios de comunicación, en la producción cultural de todo tipo, premios literarios muy bien dotados, millones de euros para proyección internacional o para instituciones como la Real Academia o el Instituto Cervantes, etc. Y no olvidemos, porque sería un olvido muy gordo, que atrás queda un largo pasado de imposición coercitiva por parte del Estado, lo que ha dejado un daño irreparable en las comunidades lingüísticas de las LENC.

La promoción de las lenguas españolas no castellanas depende de las autoridades autonómicas; por mucho que hagan ―y en algunos casos se hace mucho―, es imposible llegar a la altura del castellano y su potencia institucional. Pues bien, allí donde PP y Vox firmaron recientemente acuerdos de gobierno, un punto importante es mermar cuanto sea posible la promoción de dichas lenguas, en una especie de acoso lingüístico obcecado.

Esto incluye todos los programas de promoción lingüística, ayudas al uso social para e empresas, colectivos, medios de comunicación, etc. Es decir, todas las actuaciones que permiten a los hablantes de las LENC disfrutar del derecho al uso de sus lenguas en ámbitos sociales e institucionales que contribuyen a su prestigio y pervivencia.

●Para ilustrar lo que estoy diciendo, fíjense ustedes en lo que dice el acuerdo entre Foro Asturias y Vox en el ayuntamiento de Xixón, en el apartado 5 de «Política lingüística» referido a la lengua asturiana:

«5a. Congelación de las políticas de promoción lingüística en su situación actual, sin que puedan existir incrementos de las partidas presupuestarias destinadas a las mismas, directa o indirectamente».

«5b. Toda promoción de Gijón en territorio nacional se realizará en español y si es internacional en el idioma del país destinatario de la misma».

Como ven ustedes, el extremismo españolista no se corta un pelo: esta agresividad contra una lengua tan débil como el asturiano, es sencillamente obscena. ¿Con qué objetivo hacen esto? Es claro: con el objetivo de que el asturiano, y los derechos lingüísticos de sus hablantes, resulten dañados. Lo hacen para joder, y permítanme esta expresión. Lo hacen para que todos entiendan que la exclusividad del castellano y la exclusión del asturiano se consigue por las buenas o por las malas.

●El acuerdo PP-Vox para el gobierno de Aragón viene a plantear lo mismo: no hay que ayudar a prestigiar el uso de las lenguas minorizadas (aragonés y catalán de Aragón):

«10. b) Eliminar  las  “ayudas  a  entidades  sin  ánimo  de  lucro  en  materia  de  política lingüística”  concedidas  por  el  Gobierno  autonómico  saliente  y  redirigir  ese presupuesto a ayudas para empresas turísticas y culturales que promuevan las fiestas locales y las ferias artesanales».

Acuerdo de gobierno entre el PP y Vox en Aragón. Comienza el acoso a las lenguas aragonesa y catalana.

Táctica 3.ª. Debilitar institucional y jurídicamente las lenguas españolas no castellanas

En las comunidades bilingües es muy normal la existencia de un organismo específico de la Administración que se ocupa de la defensa y promoción de la lengua minorizada. Cuando el nacionalismo extremista español gobierna una comunidad bilingüe, se pone a trabajar para debilitar institucional y jurídicamente la correspondiente LENC y los derechos de sus hablantes, asegurando la supremacía del castellano.

En Aragón existe desde 2015 una Dirección General de Política Lingüística, creada por el gobierno de coalición encabezado por Lambán (PSOE). Esta Dirección General ha hecho un trabajo muy meritorio en favor de las lenguas aragonesa y catalana de la franja oriental, con multitud de iniciativas novedosas que han repercutido en un mayor aprecio de ambas lenguas por parte de sus hablantes. No hay que olvidar que son lenguas muy minoritarias y en una situación sociolingüística muy precaria.

●El acuerdo PP-Vox para el gobierno de Aragón pretende lo siguiente:

«10a. Supresión de la Dirección General de Política Lingüística y traslado de funciones a la Dirección General de Cultura y Patrimonio».

10c. Revisión del texto de la Ley 3/2013 de uso, protección y promoción de las lenguas y modalidades lingüísticas propias de Aragón con el objetivo de prevenir cuantas interpretaciones interesadas perviertan su verdadero espíritu de respeto hacia la libertad de los hablantes.

Lo traduzco para quien no lo haya entendido bien: eliminación de la política lingüística de dignificación del aragonés y catalán. ¿Qué harán a partir de ahora? Como el PP ya gobernó en otras ocasiones, algo sabemos de ello. Me permito aventurar las siguientes hipótesis: (a) fin de toda política lingüística favorable al aragonés y catalán, y fomento exclusivo del castellano; (b) inicio de una política lingüística de persecución del aragonés y catalán, de tipo folclorizante y profundamente diglósico: coros y danzas de la Sección Femenina, como si dijéramos; (c) recuperación de aquellas siglas mamarrachas de LAPAPYP («lengua aragonesa propia de las áreas pirenaica y prepirenaica») y LAPAO («lengua aragonesa propia del área oriental»), engendros surrealistas con los que el PP rebautizó en 2012 al aragonés y al catalán.

Afortunadamente, estamos en una democracia y estoy seguro que de aquí a cuatro años (¡Dios quiera que antes!) los aragoneses elegirán un gobierno normal, moderno y progresista, que revierta todos los destrozos que la política lingüística energúmena de PP y Vox perpetrará sin duda alguna.

●Respecto a la Comunidad Valenciana, leo en un medio de comunicación digital:

«Vox amenaza con cerrar la Acadèmia Valenciana de la Llengua».

Se comenta por sí solo.

●Con motivo de las pasadas elecciones autonómicas en Asturias, Vox puso en circulación una tabla comparativa de lo que los distintos partidos políticos proponían en materia de política lingüística. Lo hacían para que los votantes tuvieran claro que Vox es el único partido que propone lo siguiente:

(a) no a la oficialidad del asturiano;

(b) sustituir las asignaturas de asturiano, vigentes desde 1984, por «asignaturas alternativas» de folclore asturiano;

(c) supresión de subvenciones relacionas con la lengua asturiana;

(d) recastellanización de los topónimos asturianos oficializados desde 2004;

(e) no reconocimiento de los conocimientos de asturiano para impartir asturiano;

y (f) supresión de la Academia de la Llingua Asturiana como institución pública del Principado de Asturias.

Por supuesto, este enloquecido programa de aniquilación lingüística no se va a poner en práctica, ya que Vox solo consiguió 4 escaños de 45 en la Xunta Xeneral del Principáu.

Táctica 4.ª. Inventar problemas inexistentes para fortalecer el supremacismo castellano-céntrico

Una táctica bien conocida del extremismo españolista es atacar políticas lingüísticas justas y equilibradas como si fueran enormes injusticias contra los hablantes de castellano. Forma parte de su exageración tendenciosa e histérica en estas materias.

●El acuerdo PP-Vox para el gobierno de Baleares dice lo siguiente:

«56. Garantizaremos el derecho a que cualquier ciudadano pueda dirigirse a la Administración Pública en cualquiera de las dos lenguas oficiales y sea contestado en la lengua que desee.

57. Modificaremos la Ley 3/2003, de 26 de marzo, de Régimen Jurídico de la Administración de la Comunidad Autónoma, así como todas aquellas normas de rango inferior que impiden el bilingüismo y la libertad de opción de lengua en los trámites y comunicaciones de la administración».

¿Es que los ciudadanos no tenían garantizado ya el derecho a dirigirse a la Administración en cualquiera de las dos lenguas oficiales? Sí, claro que lo tenían garantizado por ley. Entonces, ¿por qué incluyen este punto en su acuerdo? Para dar la falsa imagen de que el castellano estaba «perseguido», lo que además sirve de pretexto para ir reduciendo los ámbitos de uso administrativo del catalán. Porque su su preocupación no es el catalán, sino únicamente el castellano. La supremacía del castellano, para más señas.

Táctica 5.ª. Se gratifica el desconocimiento lingüístico

En una comunidad oficialmente bilingüe, los derechos lingüísticos de los hablantes y usuarios de ambas lenguas valen lo mismo, y las autoridades e instituciones públicas deben velar por la libertad de ejercer esos derechos. Los funcionarios de las instituciones públicas están ahí para servir a la sociedad, y eso incluye la protección de los derechos lingüísticos de los ciudadanos. Por tanto, es de todo punto lógico que al menos una parte de los funcionarios públicos ―según determine cada comunidad― estén capacitados para servir a los derechos lingüísticos de los ciudadanos, y eso se consigue dándoles facilidades para que, al menos una parte ellos, sepa utilizar ambas lenguas oficiales por igual.

(Sobre esto hay mucha demagogia, que el extremismo españolista se ocupa de atizar; pero démosle la vuelta al asunto: ¿ustedes se imaginan que ningún funcionario público en Baleares sepa usar el catalán en su trabajo con los ciudadanos? ¿Ustedes se imaginan que en Madrid nadie se ocupe de que todos los funcionarios sepan castellano?).

Vayamos de nuevo a Baleares. Es lógico, como ya dije, que las autoridades de las Islas se preocupen de que una cantidad determinada de funcionarios, o un determinado de tipo de funcionarios, sepan usar el catalán junto con el castellano. Y eso debe ser reconocido profesionalmente, por supuesto.

Sin embargo, el acuerdo del PP y Vox para el gobierno de Baleares pretende lo contrario: pretenden que las autoridades se despreocupen de que haya funcionarios que, capacitados en catalán, puedan servir mejor a los ciudadanos. (Bueno, ellos no dicen despreocuparse, sino «no penalizar»). Por decirlo en palabras llanas: lo que proponen es premiar a los funcionarios que no sepan catalán. ¡Es alucinante!

●Esto es lo que dice literalmente el acuerdo de Baleares:

«55. Modificaremos las normas que supongan una imposición lingüística, asumiendo que en la comunidad existen dos lenguas oficiales. Se hará el desarrollo normativo correspondiente para garantizar que el desconocimiento del catalán no penalice en el acceso a la función pública».

¿Y esto es igualitario, querido lector? En absoluto. Sería igualitario si este punto 56 dijera lo siguiente: «Se hará el desarrollo normativo correspondiente para garantizar que el desconocimiento del catalán o del castellano no penalice en el acceso a la función pública». Así sí, así se trataría por igual ambas lenguas. Pero no es eso lo que dice. Y tiene su lógica: la pretensión de quienes diseñan esta energúmena política lingüística es ir desalojando el catalán, paulatinamente, del uso institucional. Porque no lo olvidemos: el nacionalismo extremista español no busca otra cosa que ir barriendo del territorio patrio esos idiomas «molestos» que obstaculizan la unidad idiomática de España basada en el castellano.

Táctica 6.ª. Promover la lengua minorizada es «excluir el castellano»

En varias comunidades bilingües de España las autoridades constituyeron organismos para defender los derechos lingüísticos de los ciudadanos, especialmente los de derechos más vulnerables, que son los relacionados con el uso de LENC. En el momento en que el extremismo españolista llega al gobierno de una comunidad bilingüe, lo primero que hace es eliminar ese tipo de organismos de defensa de derechos lingüísticos.

●Así dice el acuerdo entre PP y Vox en Baleares:

«58. Eliminaremos la oficina de Defensa de los Derechos Lingüísticos, que ha servido como instrumento de la exclusión del castellano y la imposición lingüística, y crearemos una Oficina de Garantía de la Libertad Lingüística para defender la libertad de uso y opción lingüística y fomentar la protección tanto del castellano como del catalán y las modalidades lingüísticas de las distintas islas».

Fíjense ustedes que el objetivo de la nueva Oficina que pretenden crear (¿la ocupará a Toni Cantó?) parte del presupuesto de que castellano y catalán en Baleares gozan de las mismas oportunidades de uso social, cuando es bien sabido que el catalán es una lengua minorizada, totalmente subordinada al castellano y con limitados resortes de promoción social, por lo cual el catalán en Baleares está retrocediendo lentamente en su uso social, al no encontrar sus hablantes las mismas opciones de uso que si usan el castellano. Por tanto, ¿qué finalidad tiene esa nueva Oficina que pretenden crear? Pues está claro: no tiene otra finalidad que promover exclusivamente el uso del castellano. Puesto que interpretan que cualquier equiparación de usos entre castellano y catalán es una agresión al castellano, con la nueva Oficina pretenden «reequilibrar» la situación, es decir, ocuparse de promover únicamente el castellano. La táctica es muy conocida y el desarrollo de los hechos en los meses y años próximos vendrán a confirmarlo.

Acuerdo del PP y Vox para el gobierno de Baleares.

Táctica 7.ª. Exageración, bulos y victimismo histérico

Esta táctica es muy simple y consiste en lo siguiente: cuando el uso de una lengua no castellana intenta equipararse al castellano, se interpreta automáticamente como una agresión al castellano y sus hablantes. Esto se consigue por medio de exageraciones, falsedades y victimismo histérico. Se busca así pintar un panorama espantoso, donde supuestamente los hablantes de castellano en Cataluña, Baleares o el País Vasco sufren persecución por elegir o usar su lengua, haciéndoles la vida imposible. La burbuja mediática de la provincia de Madrid (El Mundo, La Razón, ABC) se ocupa de atizar irresponsablemente noticias falsas o exageradas con estos contenidos, de manera que muchos ciudadanos incautos llegan a tragarse la imagen de una Cataluña donde la gente anda acojonada si se le ocurre expresarse en castellano. Por supuesto, esos mismos medios ocultan todos los casos en que hablantes de gallego, asturiano, vasco, aragonés o catalán ven mermados o conculcados sus derechos lingüísticos: eso no existe para ellos.

Táctica 8.ª. Supremacismo castellanista disfrazado de igualitarismo

Lean primero, por favor, los siguientes acuerdos:

●Acuerdo PP-Vox para el gobierno de Valencia:

«27. Garantizaremos la libertad de educación, la libre elección de centro y la libre elección de la lengua de enseñanza entre las dos oficiales en todas las etapas educativas».

●Acuerdo PP-Vox para el gobierno de Baleares:

«54. En el ámbito educativo, los padres podrán elegir libremente el centro escolar para sus hijos, así como la primera lengua de escolarización. Nos comprometemos a extender este derecho en todas las etapas educativas antes de acabar la legislatura, sin excluir ninguna de las lenguas cooficiales».

La cuestión es la siguiente: siendo en ambas comunidades el castellano lengua hegemónica y el catalán (llamado valenciano en Valencia) lengua minorizada, el sistema educativo ha hecho lo posible para que todos los estudiantes salgan de los ciclos educativos sabiendo y manejando con solvencia ambos idiomas. Es una política justa allí donde coexisten dos lenguas oficiales en el uso diario.

Sin embargo, el extremismo españolista no puede soportar esta equiparación, e interpreta que esta situación supone una agresión a la libertad lingüística de los padres de lengua castellana. Entonces se saca de la manga esa cuestión de «elegir libremente», que suena muy bien: los padres podrán elegir la lengua en que quieren que sus hijos se escolaricen, que podrá ser castellano o catalán, con total libertad.

Suena muy bonito, sí señor: ¿quién va a estar en contra de una libertad de elección presentada así? Pero a poco se analice, se comprobará que esconde una trampa conducente a favorecer el castellano por encima del catalán / valenciano. Veamos por qué.

Imagínense ustedes que estamos en Baleares y unos padres eligen que sus hijos se escolaricen solamente en castellano, y que eso sea posible en aplicación de la política lingüística de PP-Vox. Entonces esos niños saldrán de la escuela sin conocer el catalán y sin posibilidad de usarlo solventemente. Así las cosas, ¿no estaríamos ante una situación anómala? La sociedad balear es bilingüe en catalán y castellano, siendo el primero la lengua materna mayoritaria de la población autóctona; así las cosas, lo razonable es que las instituciones públicas garanticen el conocimiento y uso de ambas lenguas, no de una sola. Por otra parte, ese niño que al acabar su escolarización no conozca ni sepa usar el catalán, estará en inferioridad de condiciones en múltiples espacios sociales, culturales, profesionales y laborales. ¿Es eso lo que se quiere fomentar?

Y ahora imagínense ustedes que seguimos en Baleares y unos padres eligen que sus hijos se escolaricen solo en catalán. ¿Es esto posible? No: este planteamiento es totalmente ficticio e irreal, porque el ordenamiento jurídico que afecta a toda España (la Constitución y lo que de ella deriva) es una norma de rango superior que obliga a la enseñanza del castellano. O sea: no es concebible la elección exclusiva del catalán como lengua educativa, pues hay una imposición legal, emanada de la Constitución, que lo impide. Los padres que en Baleares quisieran escolarizar a sus hijos solo en catalán, no podrían realizar ese proyecto, ya que deben asumir, quiera o no quieran, que su escolarización incluya el castellano.

Por tanto, en el escenario «igualitario» que PP-Vox presentan en su acuerdo, ese supuesto igualitarismo es en realidad una formidable ley del embudo que busca favorecer descaradamente el castellano y perjudicar el catalán. Es decir:

–El castellanohablante podría recibir enseñanza solo en castellano.

–El catalanohablante no podría recibir enseñanza solo en catalán, puesto que, por imposición legal, su enseñanza debe incluir, forzosamente, también la enseñanza en castellano.

Y, de esta manera, el castellano estaría presente siempre en cualquier de las dos opciones que hemos manejado en el ejemplo, pero el catalán solo estaría presente en una. Por consiguiente, el planteamiento presentado en el acuerdo PP-Vox es una burda falacia: no busca la libertad de opción, sino blindar la posibilidad de que quien quiera «pasar» del catalán lo pueda hacer, aprovechándose de que es imposible que nadie pueda «pasar» del castellano. Eso no tiene nada de igualitario: es un engaño.

[Claro que alguien podrá objetar: en Baleares es también imposible que unos padres castellanohablantes escolaricen solo en castellano a sus hijos, ya que las leyes de las Islas obligan a que todo el mundo estudie y sepa el catalán. Bien, si la conclusión es esa, ¿a qué viene incluir este punto en los acuerdo PP-Vox, si nadie entonces tendría posibilidad de desentenderse del otro idioma? Sería un punto puramente propagandístico; sería vender humo].

En fin: como las elecciones son cada cuatro años, lo deseable es que al cabo de esta legislatura los ciudadanos de Baleares se den cuenta del engaño y vuelvan a poner en el gobierno insular a políticos normales que tengan un concepto verdaderamente igualitario, por el cual todo el mundo allí se escolarice simultáneamente en catalán y en castellano. Eso es justicia, y lo demás son juegos de trileros.

●Por su parte, el acuerdo de PP y Vox para el gobierno de Aragón incluye este punto:

«10c. Revisión del texto de la Ley 3/2013 de uso, protección y promoción de las lenguas y modalidades lingüísticas propias de Aragón con el objetivo de prevenir cuantas interpretaciones interesadas perviertan su verdadero espíritu de respeto hacia la libertad de los hablantes».

Conociendo cuál es la lamentable situación de retroceso del catalán de Aragón y, sobre todo, del aragonés, no hay que ser muy sagaz para interpretar qué quiere decir eso de «respeto hacia la libertad de los hablantes» que plantean los ideólogos del PP y Vox: no es más que una argucia destinada a defender y promover únicamente el castellano, para ir arrinconando paulatinamente lo que va quedando del aragonés y del catalán. El PP ya estuvo en el gobierno de Aragón y ya dejó buenas muestras de lo que ellos entienden por «libertad de los hablantes». Para echarse a temblar.

Táctica 9.ª. Trocear la lengua débil

Es una táctica conocida del españolismo extremista: donde hay una LENC, se procura fomentar la idea de que esa lengua está muy fragmentada en dialectos (e incluso que no constituye una lengua unitaria, sino varias). Es la vieja máxima del «divide y vencerás».

●Volvamos a Baleares y al punto 58 del acuerdo de gobierno PP-Vox, que ya vimos arriba, para que ahora nos fijemos en el subrayado:

«58. Eliminaremos la oficina de Defensa de los Derechos Lingüísticos, que ha servido como instrumento de la exclusión del castellano y la imposición lingüística, y crearemos una Oficina de Garantía de la Libertad Lingüística para defender la libertad de uso y opción lingüística y fomentar la protección tanto del castellano como del catalán y las modalidades lingüísticas de las distintas islas».

¿Qué se habla en Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera? Catalán. Por supuesto, en cada isla hay modalidades dialectales, cuyas diferencias son muy pequeñas en el conjunto de la lengua. La lengua normativa y estándar es común a todas las islas. Conociendo cómo se las gasta el extremismo españolista, no es descabellado sospechar que su política lingüística en Baleares intentará fomentar el localismo lingüístico para disgregar la conciencia unitaria, algo así como «menorquines, lo que habláis no es catalán, es menorquín», y cosas por el estilo. Hay precedentes. Estaremos al tanto.

Táctica 10.ª. Folclorización de las LENC

El nacionalismo extremista español gusta de una táctica que consiste en despojar a las LENC de todas sus potencialidades para convertirlas en un puros objetos de museo, en puro folclore. De esta manera, se atribuyen a las LENC «usos legítimos» y «usos ilegítimos». Los «usos legítimos» serían aquellos relacionados con la oralidad rural, la vida del campo, las coplas y cantares tradicionales y una literatura muy limitada a temas costumbristas o humorísticos. Los «usos ilegítimos» serían todos los que desbordan esos estrechos límites: uso vehicular normal, literatura en todos los géneros y temas, incorporación de la lengua a todas las corrientes sociales y estéticas del mundo moderno, uso culto y científico, urbanidad, modernidad, etc. ¿Y quién decide qué son «usos legítimos» e «ilegítimos»? Los ideólogos de Vox, por supuesto.

●A partir del acuerdo Foro de Asturias y Vox para el ayuntamiento de Xixón, la concejala de Festejos (del partido macarra) declaró que de ahora en adelante no se contrataría a artistas que canten en asturiano o que se alejen de las «tradiciones auténticas». El colectivo de artistas musicales de Asturias se enfrentó a esta barbaridad inquisitorial en un manifiesto que fue aprobado por el pleno del ayuntamiento de Xixón, a excepción de Vox.

●Lean ustedes uno de los puntos del acuerdo de gobierno PP-Vox en Aragón, en referencia a las lenguas aragonesa y catalana de la franja oriental. Lo que se propone es que las ayudas para el uso del aragonés y el catalán se desvíen a otros fines, entre los que están las «fiestas locales y ferias artesanales»:

«10b. Eliminar  las  “ayudas  a  entidades  sin  ánimo  de  lucro  en  materia  de  política lingüística”  concedidas  por  el  Gobierno  autonómico  saliente  y  redirigir  ese presupuesto a ayudas para empresas turísticas y culturales que promuevan las fiestas locales y las ferias artesanales».

Acuerdo entre Foro Asturias y Vox para el ayuntamiento de Xixón. Una de sus prioridades es cortar el paso al uso normal del asturiano.

Táctica 11.ª. Atizar el anticatalanismo primario

El extremismo nacionalista español es, por definición y esencia, anticatalán. Profundamente anticatalán. No es antifrancés, ni antiportugués, ni antibritánico, no: es anticatalán. Si no existieran los catalanes, a ese extremismo españolista le faltaría la pata más importante y no sabrían con qué meter miedo a la gente. Porque parten de la idea de que los catalanes son una especie de anti-España, completamente volcados en hacer daño a la pobre Patria y en perseguir la bella lengua de Cervantes, imponiendo su antipático idioma. El anticatalanismo da muchos votos en muchas zonas de España ―singularmente en Madrid y Murcia―, pero los quita en la propia Cataluña, donde el PP y Vox rascan muy poco rédito electoral.

El anticatalanismo tiene dos funciones reconocibles:

–En calquier rincón bilingüe de España, sirve para que los demagogos fuercen la identificación de la defensa de una lengua minorizada con el separatismo, enfermedad que se contagia desde Cataluña. Ya saben ustedes: se empieza defendiendo una lengua se acaba queriendo la separación de España. No imitemos a los catalanes.

–En las comunidades donde se habla catalán y no son Cataluña (es decir, en Baleares, Valencia y franja oriental de Aragón), el anticatalanismo españolista toma forma propia y específica. En esas comunidades se fomenta la idea del «imperialismo catalán» y del «expansionismo pancatalanista», del que cualquiera puede ser acusado simplemente por constatar que esas comunidades comparten un mismo idioma romance común. Se intenta inculcar que lo que se habla en Baleares y Valencia no tienen nada que ver con el catalán. Si además se mete en el mismo saco independentismo, soberanismo, etc., entonces tenemos la tormenta perfecta de la demagogia más casposa.

●El acuerdo de gobierno del PP-Vox en Aragón incluye esta perla de la mejor cosecha anticatalana:

10. Velaremos  por  la  historia  y  la  cultura  aragonesas,  partes  indisolubles  de  la historia y la cultura española, frente a las mentiras y manipulaciones interesadas del  nacionalismo  catalán  excluyente  y  expansionista.  Trabajaremos siempre desde la defensa de la unidad de España, la igualdad entre españoles y la riqueza y diversidad cultural.

Ni un autor de parodias podría haber escrito mejor este texto. Es para enmarcar.

Táctica 12.ª. Defender una LENC tiene intencionalidad ideológica; defender el castellano, nunca

De acuerdo con los presupuestos ideológicos del extremismo españolista, los demás obran por motivos ideológicos: ellos no, ellos se limitan a seguir el natural curso de los procesos humanos. En materia lingüística, la idea es que si tú defiendes una lengua española no castellana, no es con el sano propósito de comunicarte y preservar el patrimonio lingüístico y cultural, sino con el turbio objetivo de fomentar algún tipo de nacionalismo contrario a la Unidad de España. Eso sí, defender el castellano nunca tiene finalidad política: siempre es una actividad sanota y natural, lejos del fango político.

Bueno, no me enrollo más. Lean ustedes lo que el partido macarra proponía en su programa para las elecciones autonómicas de Asturias de 2023. Creo que con este texto podemos rematar adecuadamente este artículo y, de paso, hacer un homenaje al humor absurdo de Francisco Ibáñez, que nos dejó hace pocas fechas y del que soy un admirador incondicional:

●Programa de Vox para las elecciones autonómicas de Asturias, 2023 (nota: llingua es como llaman los de Vox a la lengua asturiana):

«9. Frenar a quienes pretenden traer los delirios separatistas a la cuna de España. Asturias está en riesgo de convertirse en una región más víctima del separatismo. Vox seguirá protegiendo a los asturianos de las imposiciones ideológicas de aquellos que pretenden utilizar el bable como instrumento de división entre españoles y de despilfarro de dinero público en chiringuitos de promoción de la «llingua»».

No lo puedo evitar. Cuando leo cosas así me vienen evocaciones del franquismo que viví en mi niñez y primera juventud. ¿Se puede decir algo más rancio, antimoderno y delirante? Lo dudo.

Publicado por Ramón d'Andrés

Ciudadano de Oviedo (Asturias). Profesor de Humanidades. Ciudadanu d'Uviéu (Asturies). Profesor d'Humanidaes.

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